sábado, 29 de enero de 2011

mi cuento

Taller de comunicación literaria


En este taller lo que hicimos fue reunirnos en clase por grupos y cada uno contaba una historia eligiendo una estrategia que nos explicó Irune en clase. En este caso, yo expuse la estrategia de narración dramatizada.
El leopardo en su árbol
Hubo una vez en la selva un leopardo muy nocturno que apenas podía dormir por las noches, y tumbado sobre la rama de su precioso árbol, se dedicaba a mirar lo que ocurría en la selva durante la noche. (cómo miráis por la noche)
Fue así como descubrió que en aquella selva había un ladrón, observándole pasar cada noche a la ida con las manos vacías, y a la vuelta con los objetos robados durante sus fechorías. Unas veces eran los plátanos del señor mono, otras la peluca del león o las manchas de la cebra, y un día hasta el colmillo postizo que el gran elefante solía llevar el secreto.
Pero como aquel leopardo era un tipo muy tranquilo que vivía al margen de todo el mundo, no quiso decir nada a nadie, pues la cosa no iba con él, y a decir verdad, le hacía gracia descubrir esos secretillos.
Así, los animales llegaron a estar revolucionados por la presencia del sigiloso ladrón: el elefante se sentía ridículo sin su colmillo, la cebra parecía un burro blanco y no digamos el león, que ya no imponía ningún respeto estando calvo como una leona.
 Así estaban la mayoría de los animales, furiosos, confundidos o ridículos, (cada uno es un animal y expresan esas emociones con el sonido del animal), pero el leopardo siguió tranquilo en su árbol, disfrutando incluso cada noche con los viajes del ladrón.
Sin embargo, una noche el ladrón se tomó vacaciones (dónde creéis que se fue), y después de esperarlo durante largo rato, el leopardo se cansó y decidió dormir un rato. Cuando despertó, se descubrió en un lugar muy distinto del que era su hogar, flotando sobre el agua, aún subido al árbol. Estaba en un pequeño lago dentro de una cueva, y a su alrededor pudo ver todos aquellos objetos que noche tras noche había visto robar... ¡el ladrón había cortado el árbol y había robado su propia casa con él dentro! Aquello era el colmo, así que el leopardo, aprovechando que el ladrón no estaba por allí, escapó corriendo, y al momento fue a ver al resto de animales para contarles dónde guardaba sus cosas aquel ladrón... (el maestro hace una escenificación de lo que el leopardo les dijo a los animales; con mucha imaginación)
Todos alabaron al leopardo por haber descubierto al ladrón y su escondite, y permitirles recuperar sus cosas. Y resultó que al final, quien más salió perdiendo fue el leopardo, que no pudo replantar su magnífico árbol. El leopardo estaba muy triste pero al ver que todos los animales estaban muy contentos decidió olvidarse de su árbol por un rato.
Los animales para celebrar su alegría, hicieron una fiesta donde cada animal tenía que hacer un paso para que le imitasen todos. (cada uno es un animal y de uno en uno hace un paso en el que los demás tienen que imitar)
Y mientras unos estaban con el leopardo, otros estaban buscando el mejor árbol de la selva para su querido leopardo. (les preguntamos que si saben cual cogieron)cogieron el árbol más grande y hermoso de la selva. (les preguntamos que cómo creían que era el árbol).
En un principio no sabían cómo moverlo hasta la antigua casa del leopardo pero pusieron todo su empeño para intentar moverlo, lo intentaron con todas sus fuerzas hasta que de repente el árbol empezó a hablar y pregunto a los animalitos que qué estaban haciendo y los animalitos le explicaron toda la historia, con la gran suerte que el árbol aceptó moverse al hueco que dejó el otro árbol.
Poco antes de terminar la fiesta, cuando los animales volvieron de elegir el árbol más hermoso de la selva, se reunieron todos con el leopardo y le mostraron su nuevo hogar. Y el leopardo les dio las gracias y les dijo que le encantaba tener amigos así.
Así que rápidamente se subió a su nuevo hogar feliz y contento a descansar.
Colorín colorado…..

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